Buen Dia Herman@, Paz y Bien en el amor de Nuestro buen Dios.
"Cuando quieres realmente una cosa,todo el universo conspira para ayudarte a conseguirla".

domingo, 7 de agosto de 2011

El trato de Francisco con las Virtudes


Mucha gente tiene una visión de los votos, en la vida consagrada, como algo negativo, como una represión, una negación a dejar de participar en situaciones o vivencias lícitas a cualquier ser humano.

Seguramente, con una visión desde fuera de la vivencia de la relación entre Creador y criatura, desde, como diríamos coloquialmente, visto desde las gradas, es algo comprensible, pero no deja de ser una idea, no incompleta sino irreal.

Francisco de Asís, desde su íntima relación con el Espíritu, nos transmite la profundidad de esta vivencia. En palabras, intenta participarnos que la relación con Dios es personal, es palpable y no es algo momentáneo sino constante.

Cada una de las virtudes las personaliza, les da un nombre y un rostro. Son "Damas", y no cualquier dama sino "Reina", "Señora", alguien especialísimo, único. Las saluda como el Arcángel Gabriel a María: "Salve reina", "El Señor te salve", "A todas os salve el Señor".

A menudo, en el trato diario con la gente, oigo opiniones de que Dios está en el cielo, de que es un mero observador, o incluso que Dios no existe. Francisco nos demuestra con su vida y su ejemplo que no tan solo Dios es real, sino que es palpable, que no es un Dios lejano y en las alturas, sino un Dios hecho hombre, un Dios que se deja tocar, un Dios que ama y que desea ser amado.

Ese trato de Francisco con las Virtudes, esa familiaridad y esa relación que hace que nos las presente como Damas y Señoras bellísimas y las piropee y describa de forma tan dulce y deleitable; nos quiere hacer ver su familiaridad y su vivencia con el Espíritu.

Al meditar el saludo a las Virtudes que nos dejo Francisco de Asís, intentando entender su experiencia de amor íntimo con Dios, puedo ver que el corazón de Francisco habla como un corazón profundamente enamorado. ¿quién, al enamorarse de una persona, no ha intentado conocer a la persona amada, no tan solo en sus gustos y aficiones, sino en lo más intimo del corazón de esa persona, sus pensamientos, sus sentimientos?

“¡Salve, Reina sabiduría, el Señor te salve con tu hermana la santa pura sencillez!” Sabiduría, el pensamiento de Dios. ¿quién puede comprender el pensamiento de Dios? Los puros de corazón, aquellos que no pretenden grandezas ni son altaneros, sino que son ENAMORADOS e intentan intimar con su AMADO para comprender sus pensamientos y estar más cerca de EL.

“¡Señora santa pobreza, el Señor te salve con tu hermana la santa humildad!”. Pobreza, la piel de Dios. Pobreza, el no poseer nada, el ser libres para poder poseer EL TODO. ¿qué marido o qué esposa no se desprende de todo para entregarse al otro completamente en el lecho nupcial? con el deseo de ser UNO, si existen barreras esa unión no se dará. Con Dios funciona igual. El despojarse de todo es necesario para que se llegue a esa unión, para poder ser UNO CON DIOS. “El Señor te salve con tu hermana la santa humildad”. Para llegar a despojarse de todo hay que ser lo que somos ante Dios y nada más, solo así seremos libres no tan solo de las cosas materiales, sino de lo que poseemos en lo más íntimo de nuestra alma. Desnudarse ante Dios y ser lo que somos y nada más.

“¡Señora santa caridad, el Señor te salve con tu hermana la santa obediencia!”. Señora Santa Caridad, el corazón de Dios. Cuando alguien ama a otra persona lo que desea es poseer su corazón. ¿De que manera podemos poseer el corazón de Dios? “El Señor te salve con tu hermana la santa obediencia”. ¿qué es la obediencia? La obediencia es la voz de Dios, es oír su voz y seguirla, sabiendo que nos lleva al encuentro con El. ¡Qué poco valor llegan a tener las cosas materiales, o el qué, o el cómo, cuando sabes que es Dios el que te habla! Da igual lo que sea, da igual donde estés o lo que hagas cuando sabes que al final del camino te encontraras con la persona amada. El amor es loco, es pasional, y así es la obediencia, así te transforma el oír la voz de Dios en tu alma. Solo suspiras por abrazarle, solo suspiras por encontrarle, y su voz te guía por ese camino, una voz dulce, amorosa, tierna, que atrae, que seduce, que enamora.

“¡Santísimas virtudes, a todas os salve el Señor, de quien venís y procedéis!” Cada una de estas virtudes nos muestra un atributo de Dios, su pensamiento, su piel, su corazón, su voz. De El vienen, de El proceden. ¡Veis como Dios es palpable, veis como Dios es real, vivo y cercano! Y es un Dios enamorado, enamorado de sus criaturas a las cuales intenta seducir y amar y como no, ser amado, ser correspondido en ese amor total que nos ofrece, en ese amor pasional y verdadero, dulce, suave, deleitable, seguro, gozoso, hermoso, manso y protector.

“Nadie hay absolutamente en el mundo entero que pueda poseer a una de vosotras si antes no muere”. ¿a que tipo de muerte se refiere? Jn 3, 1-21 "En verdad en verdad te digo: el que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios" "¿Cómo puedo nacer siendo ya viejo? ¿puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer? Respondió Jesús: En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne. Lo nacido del Espíritu, es espíritu".

“Quien posee una y no ofende a las otras, las posee todas. Y quien ofende a una, ninguna posee y a todas ofende”. Si nuestros apegos interiores no nos dejan ser humildes, mostrarnos ante Dios tal cual somos, si no queremos despojarnos de esos afectos que nos llenan el corazón y desnudarnos completamente, en cuanto la caridad nos enfrente a una de esas bolsas de afectos interiores que tenemos no querremos desprendernos de ello y no amaremos con el corazón de Dios, no seremos caritativos, ni misericordiosos porque nos aferraremos a nuestras posesiones interiores. Si no somos sencillos para comprender esto, para aceptar cada una de las cosas que no nos dejan ser libres para volar al encuentro de Dios al oír su voz, nunca llegaremos a abrazarle, a tocarle. Si no nos relacionamos con alguna de las Virtudes dejaremos de tener amistad y conocer a las otras virtudes, porque todas ellas vienen y proceden de Dios; y dejaremos de conocer y poseer a Dios mismo.

“Y cada una confunde los vicios y pecados”. En el plano espiritual, para que nos entendamos, el que vive esta relación con Dios es como si hablara en otro idioma. Para el mundo, para la sociedad actual, esta forma de vida y esta vivencia son, como decía al principio al referirme a los votos en la vida consagrada, incomprensibles, algo negativo o incluso una represión. ¡Nada más lejos de la realidad! La relación con Dios no tan solo nos libera sino que nos hace más humanos, más personas. Esta relación hace que la persona ame con más intensidad no tan solo a Dios, sino a todo lo creado. Ama con más fuerza y con más sentimiento, solo que ese amor es un amor ordenado, puro, porque está amando desde EL AMOR.

“Quien posee una y no ofende a las otras, las posee todas”, dice San Francisco, y es que quien ha probado el sabor de Dios, quién a tocado a Dios, quién le ha conocido y oído, lo único que va a desear es tener cada vez más a Dios, porque no se saciará nunca de El y deseará poseerle con más fuerza. Eso mueve a la persona enamorada a conocer y querer unirse cada vez más a El, por lo que esa vivencia "confunde los vicios y pecados", no porque la persona deje de ser persona, sino que hay cosas temporales que ya no le van a llenar, que le parecerán eso, temporales, pequeñas, que han perdido importancia al lado de lo que es Dios mismo.

“La santa sabiduría confunde a Satanás y todas sus astucias”. Las tentaciones que se nos presentan a diario, son tan solo eso, tentaciones. Dios nos ha dado una libertad que nunca va a violentar. El ser humano es libre para decidir lo que quiere o no quiere, si desea amar o no. Si no poseyéramos esa libertad para decidir libremente el corresponder al amor de Dios, ese amor no sería autentico. La sabiduría, el pensamiento de Dios, al tratar con ella, nos mostrará en cada momento lo que es tentación y lo que no, para así libremente, decidir seguir escuchando sólo la voz de Dios.

“La pura santa simplicidad confunde toda la sabiduría de este mundo y la sabiduría del cuerpo”. Los puros de corazón son aquellos que pueden ver a Dios, los que pueden comprender el pensamiento de Dios, los simples, los puros, verán con los ojos de Dios, pensarán son su pensamiento y ni el mundo ni el cuerpo será obstáculo alguno para seguir conviviendo íntimamente con el Amor, porque como he dicho ya, serán meras cosas materiales y temporales y que es esto comparado con lo Eterno, comparado con la PASIÓN DE AMOR que Dios puede llevarte a experimentar!

“La santa pobreza confunde la codicia, y la avaricia, y las preocupaciones de este siglo”. Dios es un amante celoso y protector. A los que se entregan a El los defiende y protege de todo y en todo. Nada tienen que preocuparse porque lo que necesiten, de una manera o de otra, Dios se lo dará a su debido tiempo. A nadie tienen que temer porque no permitirá a nadie que haga cualquier cosa que El no quiera contigo. Teniendo un Esposo así, que se preocupa por cuidar y proteger a quien se entrega a El, la persona amada no codiciará nada, no sentirá avaricia alguna, ni se preocupará por las cosas temporales, porque sabrá que en el momento en que una preocupación o necesidad toque su vida, Dios mismo, personalmente, se encargará. Aquí añadiría una "Dama" más, la santa Providencia. Y diría ¡Salve, santa Providencia, el Señor te salve con tu hermana la santa pura fe!.

“La santa humildad confunde la soberbia y a todos los mundanos, y todo lo mundano”. Somos lo que somos ante Dios, y nada más. El don de vernos como nos ve Dios hará que no seamos altaneros y ni las palabras ni las acciones podrán hacernos daño, porque lo que nos va a importar será como nos ve Dios y nadie más. Lo que hagamos lo haremos para agradarle a El, lo que digamos o pensemos será para que Dios nos penetre con su mirada. Y así lo que piensen o digan los demás ¡qué más nos dará!

“La santa caridad confunde todas las tentaciones diabólicas y carnales y todos los temores carnales”. La caridad es el corazón de Dios. El amor de Dios es PURO, es pasional pero va mucho más allá de la pasión carnal. El amor de Dios es intenso y puro. Sentir con su corazón significa vivir en esa pureza, en ese amor. Las pasiones que tiene el ser humano, si se deja llevar por ellas, le lleva a ser menos hombre y más animal. Le llevan a ser menos libre y más esclavo, al dejar que se conviertan en necesidad. Dios dignifica al hombre, lo hace más humano y más libre, de tal forma y de tal manera que no es que le quite su instinto, el sentir, sino que lo potencia hasta superar la barrera de lo puramente carnal, llevando al hombre a una libertad tal que ya no es esclavo de sus pasiones, ya no tienen esa necesidad para vivir, sino que lo que le mueve es el amor, el AMOR de verdad.

“La santa obediencia confunde todos los quereres corporales y carnales; y mantiene mortificado su cuerpo para obedecer al espíritu y para obedecer a su hermano, y lo sujeta y somete a todos los hombres que hay en el mundo; y no sólo a los hombres, sino a un a todas las bestias y fieras, para que, en cuanto el Señor se lo permita desde lo alto, puedan hacer de el lo que quieran”. Aquí me remito a lo que ya he dicho antes ¡Que importará el qué, el cómo o el dónde, si eso te lleva a abrazar, a tocar y a sentir a Dios! Y añado: Dios es un dios celoso de lo suyo. Si vivimos respirando el aliento de Dios, la pureza, oiremos perfectamente la dulce voz del Espíritu, llamándonos. Como he comentado, la persona que tiene el privilegio de tener esa vivencia, rompe la barrera de lo carnal y pasa a vivir en un plano espiritual. Esa vivencia hace que carezca de importancia la persona a través de la cual Dios nos deja oír su voz, o el qué o el cómo es ese camino para llegar hasta El, porque esa persona sabe que Dios es celoso y protector y que nunca defraudará su confianza en El. Sabe que Dios utilizará a quien sea y lo que sea para llevarnos a El, para llevarnos al ENCUENTRO, y que no permitirá que nadie ni nada sea obstáculo porque El mismo es el que desea apasionadamente encontrarse con nosotros.
Que el Señor os bendiga y os guarde en todo momento y en todo lugar.

Paz y Bien.

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EL CÁNTICO DE LAS CRIATURAS





Altísimo y omnipotente buen Señor,tuyas son las alabanzas,la gloria y el honor y toda bendición.A ti solo, Altísimo, te convieneny ningún hombre es digno de nombrarte.Alabado seas, mi Señor,en todas tus criaturas,especialmente en el Señor hermano sol,por quien nos das el día y nos iluminas.Y es bello y radiante con gran esplendor,de ti, Altísimo, lleva significación.Alabado seas, mi Señor,por la hermana luna y las estrellas,en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.Alabado seas, mi Señor, por el hermano vientoy por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,por todos ellos a tus criaturas das sustento.