Cuando no es posible visitar a Jesucristo en el Sagrario en la Iglesia. Ir al Sagrario es ir a dialogar cordialmente con Cristo, hacer un acto de presencia ante el Redentor, poner en sus manos los esfuerzos y la voluntad de entrega, aprender las lecciones que el Señor me ofrece en el sacramento. De esos breves contactos con Jesucristo en la Eucaristía deben brotar la gratitud, el aliento en la lucha, la confianza y la alegría de estar con Él, el deseo de imitarle. Se hace preferentemente una oración espontánea y personal, donde se renueven la fe, esperanza y caridad, se pide por la Iglesia, el Papa, el Regnum Christi y el mundo, y por todas las necesidades personales, familiares o de otro tipo. Cuando no es posible visitar a Jesucristo en el Sagrario en alguna iglesia, se puede hacer una comunión espiritual, usando esta fórmula u otra semejante: Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Quédate conmigo y no permitas que me separe de ti. |
martes, 6 de septiembre de 2011
Visita a la Eucaristía y comunión espiritual
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario