
“Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque el salvara a su pueblo de sus pecados”. Mateo 1:21.
¿Por qué venerar el nacimiento de la madre de Jesús, la virgen María?.
Porque es parte de la devoción cristiana a través de los siglos, el venerar los acontecimientos y las personas que han preparado el nacimiento de Cristo en el plano humano y en el plano de la gracia: y entre ellos se encuentran, su madre, el nacimiento de ella, la concepción virginal de Jesús, sus padres, sus antepasados (Mateo 1:1-16).
Creer en todo lo que fue preparando la encarnación de Jesús, significa creer que realmente sucedió y reconocer, a la vez, la necesidad de la colaboración humana en los planes que Dios tiene para la salvación del mundo.
Y, ¿por qué el nacimiento de María?.
Si el nacimiento de Cristo quiso conservar intacto el templo de la virgen, el nacimiento de esta no puede no ser un acontecimiento salvífico.
Venerar a María Virgen es pretender imitar sus virtudes y pedir su intercesión para que nos hagamos merecedores de la complacencia de Dios.
Así lo cantan las oraciones para la celebración de este día: “Hoy es el nacimiento de Santa María Virgen, en cuya belleza y humildad Dios se ha complacido”. “Que se goce la Iglesia de su nacimiento, ya que fue para el mundo esperanza y aurora de salvación”.
Celebramos un el día feliz en que apareció en el mundo como una estrella radiante la Inmaculada y gloriosa madre de Dios. Después de la culpa de la primera mujer, por fin se nos abrió la anhelada puerta de la vida y fuimos llamados de las tinieblas a la alegría de la luz eterna por el hijo de la virgen María. (Prefacio).
No hay comentarios:
Publicar un comentario