Buen Dia Herman@, Paz y Bien en el amor de Nuestro buen Dios.
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jueves, 1 de septiembre de 2011

San Francisco de Asís: un hombre de hoy.


San Francisco de Asís nació en el lejano 1182 y murió en el 1226. Vivió apenas 44 años, que para esa época era un alto promedio de vida. Han pasado casi 900 años de su muerte y su figura, sin embargo, permanece como un símbolo perenne de muchos valores humanos y cristianos. Su patria chica, Asís, en Italia, vive de el; más aún se puede decir que el sigue viviendo en ella y que sus calles y edificaciones hablan solo de el. Pero más que tener residencia en Asís, Francisco reside en el corazón del mundo.

1. Símbolo de la fraternidad universal

Francisco es visto como el hermano universal, amigo de todos. A lo largo de su vida trató de acercarse a todos los seres humanos, no importando su condición, cualquiera fuera esta.

Hoy, cuando se quiere buscar alguien que simbolice la afirmación “todo ser humano es mi hermano” las miradas se vuelven a San Francisco de Asís. Este sentimiento de ternura universal lo aprende el y lo copia de Jesucristo, el hermano de todos. Jesús es seguido por muchos que se llaman cristianos, pero no todos manifiestan con sus palabras y hechos su dimensión universal. Parte de ellos son sectarios. Francisco supo recoger su mensaje y su ejemplo y ponerlo en práctica.

2. Símbolo de la Paz

Igualmente, Francisco de Asís es el gran símbolo de la paz universal. Cuando los líderes espirituales o políticos del mundo quieren tratar la paz en su mas alto nivel y profundidad, colocan delante a San Francisco, como símbolo de paz; buscan, incluso, reunirse en Asís o escogen el 4 de octubre, día en que se le recuerda cada año, para celebrar jornadas o encuentros sobre la paz. De nuevo, Francisco aprende y copia a Jesucristo, en su dimensión de hombre pacifico, es decir , de hombre que vive en paz y que promueve la paz. El puso en práctica aquel mensaje cristiano, que afirma categóricamente: “Bienaventurados los pacíficos (etimológicamente: los que trabajan por la paz), porque de ellos es el reino de los cielos. El cristiano, como Francisco de Asís y como tantos otros hombres y mujeres no cristianos, debe ser, por definición, un promotor de reconciliación, diálogo y concordia. Dolorosamente, sin embargo, los hay que son todo lo contrario: agentes de guerra y creadores de conflictos.

Célebre es la oración que se le atribuye y en la que se recogen expresiones como estas: “Hazme un instrumento de paz. Donde haya odio ponga yo amor...” Su saludo propio característico era este: “Paz y bien”

3. Símbolo de amor a la naturaleza 

Ante el continuo maltrato que recibe hoy toda la naturaleza, árboles y animales, la tierra, el agua y el aire, los defensores de las riquezas naturales otorgadas por Dios a la humanidad, los ecologistas, han escogido a San Francisco de Asís como su patrono y lo han proclamado como el amante de la naturaleza por excelencia. Su cántico a las criaturas es una de las mejores expresiones de este amor. Cada una de las cosas, no solo los seres humanos, era su hermano: el hermano sol que sale para todos; la hermana agua, casta y sencilla, que está al alcance de todos; el hermano lobo y la hermanita ave... A cada criatura del buen Dios, entonaba su canto y la respetaba. Con razón, al paso de los siglos, este amor no se ha desvanecido y hoy anima a cristianos y no cristianos a buscar ese equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza: saber utilizar las cosas como un don de Dios, usar pero no abusar de ellas.

4. Símbolo de vida según el evangelio

Se dice de Francisco de Asís que el y San pablo son los dos cristianos que más han amado a Jesucristo. Es una afirmación que se puede discutir, pero lo que es indiscutible es que el estilo de vida del “pobrecillo de Asís” está calcado en el modelo de Jesucristo, tal y como aparece en los evangelios. En Francisco descuellan la sencillez, la humildad, la alegría, la pobreza de corazón, la solidaridad, la oración, el amor de servicio y de ternura. La Iglesia, en el día de su fiesta dice de el: “Francisco, pobre y humilde en la tierra, entra colmado de riquezas en el cielo y en su honor se elevan himnos celestes”. El mismo Francisco escribe en una de sus cartas: “Nunca debemos desear estar por encima de los demás, sino, al contrario, debemos, a ejemplo del Señor, vivir como servidores y sumisos a toda humana criatura, y movidos por el amor de Dios”.

Es el creador de los “belenes” o “nacimientos”, que están presentes en el tiempo de la Navidad y marcan nuestra cultura. La historia conserva la memoria de cómo Francisco pasa las noches frías del invierno en las montañas de Asís, preparando con devoción sus “nacimientos” y meditando ante ellos la vida de Jesucristo.

Es esta una experiencia de Dios llena de ternura y confianza, que luego Francisco supo pasar a su vida diaria en su relación con los seres humanos y con todas las criaturas, como algo normal y sin ruptura alguna.

Su identificación con Jesucristo, sin embargo, llegó a su punto culminante, cuando quedaron impresas en su cuerpo las llagas del Señor crucificado. El es el primer y más celebre de todos los estigmatizados. El amor franciscano es, al mismo tiempo, un amor de ternura, de servicio y de sacrificio y entrega. Con razón la iglesia dice de el también en su fiesta, parafraseando una frase de San Pablo: “Líbreme Dios de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo; porque yo llevo en mi cuerpo sus marcas “.

Como el mismo Pablo repetía, puede, igualmente, Francisco repetir: “Imítenme a mí, cómo yo imito a Jesucristo”. De ahí que decir “yo soy franciscano” equivale a decir “yo soy cristiano, buscando vivir el evangelio de Jesucristo como lo vivía San Francisco de Asís”.

Mons. Ramón de la Rosa y Carpio

2 comentarios:

Unknown dijo...

Como llamaba Francisco no solo alos seres humanos si no también a todas las cosas

Unknown dijo...

Alguien que me diga

EL CÁNTICO DE LAS CRIATURAS





Altísimo y omnipotente buen Señor,tuyas son las alabanzas,la gloria y el honor y toda bendición.A ti solo, Altísimo, te convieneny ningún hombre es digno de nombrarte.Alabado seas, mi Señor,en todas tus criaturas,especialmente en el Señor hermano sol,por quien nos das el día y nos iluminas.Y es bello y radiante con gran esplendor,de ti, Altísimo, lleva significación.Alabado seas, mi Señor,por la hermana luna y las estrellas,en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.Alabado seas, mi Señor, por el hermano vientoy por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,por todos ellos a tus criaturas das sustento.